domingo, 30 de septiembre de 2012

Porque te quiero, te dejo

¿Quién inventó esa frase? ¿Quién realmente tiene derecho a decirla?

En la vida existen problemas y son ellos los que se encargan de subir y bajar nuestro ánimo. Problemas en la universidad, amigos, casa e indiscutiblemente en las relaciones.

¿Quién no ha oído esa frase en cada cuento de separación? En unos o la mayoría de los casos simplemente es muy diferente. 

Me dejó porque:

-    Le gustaba otra persona.
-    Peleábamos demasiado.
-    Era un celópata.
-    No le daba su propio espacio.
-    Le fui infiel.
-    No le demostraba cariño.
-    No tomaba en serio la relación.

Un sinfín de motivos que al analizarlos te dices a ti mismo que es lo que tenía que pasar.

Ahora, el "me dejó porque me quiere"... ¿Realmente le encuentran sentido a esa frase? En una relación amorosa existen muchos factores para seguir, estar o no estar con esa persona. La persona que realmente te quiera dará el todo por ti. El que no lo haga, no existe otra respuesta más sincera, obvia y acorde que esa misma que tienes en mente.

La persona que renuncia a ti sin tener realmente un motivo de alguna acción negativa de tu parte, renuncia porque ya no te quiere. Existen millones de casos de parejas que terminan y el sufrimiento termina siendo más largo por culpa de esta inútil frase. Seamos sinceros, no todas las relaciones duran para siempre y muchísimo menos en la etapa juvenil. Existen hasta estudios que afirman que el precio de una relación amorosa es la pérdida de una buena amistad, ¿tenías idea de eso?

En lo que mi opinión respecta, no debería existir esa frase ya que en escasos casos es que puedes usarla con todo derecho. La persona que te quiere, lucha por ti, trata de corregir sus errores, mueve cielo y tierra hasta agotar todas las posibilidades contigo. La persona que no te quiere, renuncia a ti, se desentiende de ti y se olvida de tu presencia. En una pareja no existen dos víctimas, existe el que afecta y el afectado. Al terminar una relación las frases como esa no hacen más que ponerle drama al asunto. Si no has hecho absolutamente nada negativo hacia esa persona o algo que realmente amerite que esa persona te deje, no tienes por qué aceptarla. “Porque te quiero, te dejo” no es más que un maquillaje de la persona para tratar de quedar bien contigo y eso no es así. Hay otra frase que es infalible, no sé si la han escuchado… “A futuro cuando estés con otra persona, yo seré feliz”. Discúlpenme, pero opino que la única persona que realmente puede estarlo al verte feliz con otra persona es tu mamá. ¿Qué hay de la culpa? Que la culpa es tuya, que es mía, que es lo dos… De ahí el nacimiento de la más mundialmente conocida frase “no eres tú, soy yo”. Grábense lo siguiente: cuando en una pareja uno le echa la culpa al otro, sólo quiere discutir, pero, cuando la persona se echa la culpa a sí misma quiere terminar. Ninguna relación amorosa termina bien. Si termina bien, pues, sencillamente no hubo amor de ninguna de las dos partes.

Estamos de acuerdo en que todo en esta vida pasa por una razón. Algo bueno terminó, algo mejor comenzará. No hay mal que por bien no venga. Simplemente no caigan en esa frase que suele aparecer en todo final amoroso para “suavizar” la despedida.


Analicemos…


Si eres la persona afectada: ¿Hiciste algo malo? ¿Le fuiste infiel? ¿No la dejabas respirar? ¿Le fallaste? ¿Sí? Sufre callado. ¿No? ¿Por qué te dejó entonces? No aceptes la frase.

Si eres la persona que afectó: ¿Hiciste todo por esa persona? ¿No hay absolutamente nada que puedas hacer? ¿Te hace daño esa persona? ¿Te exigía mucho? ¿Te mentía? ¿Sí? Razón tenías al dejarla pero no al utilizar la frase. Se supone que la estás dejando por un motivo. ¿No? Entonces, ¿por qué motivo la dejas? ¡Exacto! Desinterés. Y, ¿qué es desinterés por una persona? ¿Querer? Por supuesto que no. Y si no existe ese “querer”, ¿qué hace ese verbo en la cuestionada frase? 

¿Conclusión? Así de sencillo es… Una persona que quiera realmente a otra lucha por esa persona. La que no lo hace, déjala ir. Pero no caigan en el error de decir o aceptar la frase ya que sólo tienen derecho a usarla aquellas parejas que son separadas por una causa sumamente mayor y ésta simplemente está totalmente fuera del alcance de las manos de ambos, dejándolos desarmados, sin poder hacer algo al respecto.




viernes, 14 de septiembre de 2012

Mi amor, tengo miedo

Miedo a transformarme en algo que no quiero ser,
Miedo a odiarte sin nada que pueda hacer después.
Estoy parado en una línea y no sé adónde pisar,
Si el lado oscuro para mi tranquilidad, o el lado bueno y sufrir sin parar.
Un corazón estropeado es capaz de perdonar,
Un corazón abandonado oscuro y frío quedará.
¿Qué tan fría puede llegar a ser una persona?
Me estás llevando a un lugar el cual no es mi zona.
Un abrazo deseado podría solucionarlo,
Un rechazo forzado podría empeorarlo.
Estoy casi acostumbrado a tu actitud últimamente,
Espero te acostumbres a la mía a futuro fácilmente.
Si dos personas se aman, se unen y se apoyan,
Si una de ellas miente, se hunden y se destrozan.
Nadie tiene lo que quiere cuando quiere,
Tienes salida, si no la tomas, no te quejes.
El deseo carnal poco me importa,
Un beso y un abrazo sincero me basta y me sobra.
Sé nuestro futuro pero no soy el que lo escribe,
Más felicidad nos espera, por favor, termina y decide.
Escoge muy bien tus pensamientos,
Analiza si realmente tienes argumentos.
No siempre la mente da tranquilidad,
Acude al corazón en busca de estabilidad.
En una pareja no existen dos víctimas,
Existe un alrededor lleno de críticas.
A unos les importa lo que debería importarte,
Fíjate muy bien dónde buscas de aferrarte.
Todo lo que se oculta, algún día ha de salir,
Piensa muy bien las cosas, no siempre estará ahí.
No me importa el pasado, no me importa el futuro,
Siento el presente, tú al lado mío y yo del tuyo.
Más vale una persona mala que desee cambiar,
Que una persona mala cosechando soledad.
Estas palabras son del hombre que te extraña,
Te juro lucho con el otro cada vez que me llama.
Mi amor, tengo miedo, no quiero ser así,
Aquí estoy parado todavía, sin saber adónde ir.